"¡Huuk!"

Lo primero que Seol vio fue la luz presionando sus ojos. Una vez que enfocó su mirada borrosa tres o cuatro veces, finalmente vio la bombilla que dejó encendida antes de irse a la cama.

Seol jadeó buscando aire y se enroscó el cuerpo por el frío que le inundó. Descubrió que estaba empapado de sudor frío.

"¿Qué...?"

Se limpió el sudor de su frente, pero no pudo evitar que su cuerpo temblara. Su mente no estaba aturdida, sino clara. Sin embargo, no podía respirar por las intensas emociones que se arremolinaban en su interior.

Forzó su cuerpo hacia arriba y apenas pudo apoyarse en la pared. Inmediatamente, el suspiro que había estado reprimiendo se escapó de su boca.

"Ah..."

Seol cerró los ojos.

Un sueño.

Tuvo un sueño. Un sueño que era un poco, no, muy diferente de los sueños que solía tener.

Sintió como si hubiera experimentado todo personalmente. Incluso sintió todo tipo de emociones del sueño.

Lógicamente hablando, nada de esto tenía sentido. El sueño estaba separado de la vida cotidiana que veía y experimentaba. Los escenarios que presenciaba intermitentemente estaban muy lejos del fondo del mundo moderno, e incluso había luchado contra criaturas que claramente no eran humanas. Tal vez, todo era sólo un sueño tonto.

Pero, ¿por qué...?

La escena final se le quedó grabada en la cabeza. El hombre moribundo... estaba lleno de arrepentimientos.

Arrepentimiento, remordimiento, lamento y un profundo suspiro... Incluso hasta que su vida se apagó, estas fervientes emociones se agolparon en su interior. Permanecieron dentro de Seol, haciendo sonar su corazón.

Seol abrió los ojos después de mucha lucha y miró lentamente alrededor de su habitación.

La manta tirada a un lado, la ropa sobre una caja de ramen, botellas de soju rodando por el suelo sucio y un paquete de cigarrillos en el mismo sitio.

Por alguna razón, esta visión se sentía surrealista.

Una migraña que se desdoblaba de repente lo invadió. Se levantó casi por reflejo y se tambaleó hacia el baño. Una vez que sacó un cubo de agua fría y mojó su cabeza en él, su mente se aclaró.

Cuando no pudo contener la respiración por más tiempo, levantó la cabeza del agua. Su propia cara reflejada en el espejo del baño parecía demasiado desconocida. Sus ojos estaban hundidos y su tez pálida como la de un hombre enfermizo.

“¿Este soy... yo?”

Lentamente se tocó la cara mientras la luz volvía a sus ojos. Su viejo rostro no se encontraba en ningún lugar, reemplazado por el rostro de un empobrecido adicto al juego y al alcohol. Se sentía como si estuviera mirando a un hombre muerto.

Salió del baño sin siquiera limpiarse el agua que le goteaba de la barbilla. Se puso la chaqueta casi con rabia y abrió la puerta principal.

Le dolía el estómago, y sentía que no duraría mucho más si no empujaba algo ahí abajo.

Se detuvo en la tienda, pero nada le llamó la atención. En lugar de salir de su casa para coger comida, había salido furioso porque sentía que no podía quedarse dentro.

Al final, se fue después de escoger una lata de cerveza. Empezó a caminar sin rumbo hasta que, finalmente, llegó al lugar debajo del puente del río Tancheon. Era el lugar que frecuentaba para lamentar su suerte cada vez que perdía dinero en el casino.

Seol abrió la lata y se la tragó. Su estómago parecía gritar, pero no le importaba.

Mientras se sentaba en completo silencio, las emociones que había estado tratando de ignorar volvieron a él como un maremoto.

´ ¿Cómo terminé así? ´

Seol miró fijamente las oscuras aguas del río Tancheon. Estaba en la escuela primaria cuando se dio cuenta de que era diferente de todos los demás. Llamó a su habilidad "Ojos Verdes" y se consideró a sí mismo como un niño elegido. Temblaba de emoción, anticipando que algo especial le sucedería algún día.

Mirando hacia atrás, las historias de su infancia sólo hicieron que se sonrojara de vergüenza.

No fue hasta que creció que aprendió que ser diferente a los demás no era tan bueno y que era mejor ocultar esta diferencia.

Durante los 26 años de su vida, sólo había determinado cuatro hechos sobre su habilidad.

Si enfocaba sus sentidos en sus ojos, los seres vivos y los objetos brillarían en verde. Entre ellos, había algunos que perderían el color aunque él mantuviera su enfoque. Si se involucraba con cosas que eran verdes, no pasaba nada. Pero, si se involucraba con cosas que perdían su color verde, algo malo pasaría con más del 50 por ciento de probabilidad.

Seol se centró en el "más del 50 por ciento de posibilidades". Desde una perspectiva diferente, significaba que algo bueno podría tener "menos del 50% de posibilidades".

El casino fue el lugar que eligió para confirmar esta hipótesis. Al principio, simplemente consideró el casino como un lugar de experimentación. Aunque perdió entre el 60 y el 70 por ciento de su compra, sólo trajo cien mil won cada vez.

Si lo perdía todo, se iba sin volver atrás. Aunque no estaba contento, la cantidad no era diferente de la de un universitario.

El problema fue con los días en que realmente ganaba dinero. Una vez, incluso había convertido su compra en 5 millones de won en dos días. Comió todo lo que quiso, compró ropa que sólo se imaginaba usando, y reemplazó su computadora al último modelo. Incluso entonces, todavía le sobraba mucho.

El sabor de gastar dinero. Una vez que lo experimentó, su vida comenzó a cambiar.

El número de veces que visitó el casino se disparó y la cantidad de dinero que trajo consigo también aumentó. Se olvidó de sus experimentos y se centró en ganar dinero.

Mientras pasaba sus días obsesionado con ganar dinero, su habilidad desapareció repentinamente. No era que fuera de la nada. Le dolía la cabeza cuanto más usaba su habilidad, e incluso desarrolló insomnio a medida que aumentaban los días en los que no podía dormirse.

A medida que los síntomas empeoraban, el color verde que solía ver con sólo enfocarse un poco se volvió más tenue. Después de que se desmayó una vez por agotamiento, perdió su capacidad de ver el color verde incluso después de concentrarse durante horas.

Aunque su avaricia le había costado su habilidad, no podía dejar de apostar.

Había experimentado el lado positivo de la variación del juego. Creía que podía recuperar sus pérdidas si ganaba en grande sólo una vez.

No escuchaba a nadie, sin importar quién tratara de hacerlo entrar en razón. Ya había caído en el placer del juego. El éxtasis que sentía cuando ganaba era más electrizante que cualquier otro placer. Desde ese punto, la vida de Seol se dirigió directamente hacia el fondo del abismo.

Y entonces...

Seol apretó los dientes. ¿Por qué se sintió así de repente?

El orgullo infundado y el desafío imprudente surgieron en su corazón. Pero cuando esto sucedió, las emociones que sintió en sus sueños se inundaron y las ahogaron.

De repente, recordó haber hecho llorar a Yoo Seonhwa por la mañana. Inmediatamente, otra poderosa ola de emociones se apoderó de él, haciéndole sentir mareado.

[... Hija de puta.]

"Ah".

Clunk. La lata de cerveza se le cayó de la mano y se derramó en el suelo.

"¿Por qué hice eso?

El joven se cubrió la cara con las manos. Puso fuerza en todos sus dedos y los presionó con locura.

"¿Por qué hice eso?

No era mi intención. No debería haber dicho algo así.

"Maldita sea..."

Sentía como si le hubieran arrancado una parte de su corazón. Las emociones que sintió en su sueño no desaparecieron cuando se hizo más consciente de ellas. En cambio, se volvieron más claras.

El sentimiento de arrepentimiento apuñaló su corazón, y los bordes de sus ojos se calentaron.

Ahora, sintió que entendía la verdad. Que sin su habilidad, era sólo un bastardo sin valor.

´¡Si tan sólo nunca hubiera tenido esta habilidad!´

En el momento en que finalmente aceptó esta verdad... Seol sintió que los últimos pedazos de su ego se lavaban de su mente.

"Kuhuhuu...."

De repente se puso a reír. Estalló como si su corazón fuera a explotar. Pero gradualmente, su risa se convirtió en llanto.

"Heuk... Lo siento..."

Se arrepintió de todo. Se sentía sofocado como si algo lo estrangulara.

"Lo siento, Seonhwa..."

Un joven adulto lloró como un niño.

"Prefiero morir que seguir viviendo así.

Había vivido como basura, molestando a todos los que le rodeaban. No podía ni siquiera imaginar cuánta decepción y dolor causó. Como dijo su hermana pequeña, quizás era mejor para todos a largo plazo si se quitaba la vida.

Seol se levantó lentamente. El agua del río que fluía lentamente parecía más atractiva que nunca.

Se acercó a ella como en trance y miró hacia el río. Las lágrimas que fluían de sus mejillas causaron pequeñas ondas en el agua.

Mirando fijamente al río, dio un paso adelante con sus temblorosas piernas.

Fue entonces.

“!”

De repente, el color del agua cambió. Desde el punto donde estaban los pies de Seol o, más específicamente, desde el punto que causó las ondulaciones, el color verde floreció hacia afuera.

Al igual que la pintura que cae en el agua clara, el color olvidado, la luz perdida se extendió rápidamente en todas las direcciones.

No sólo tiñó el agua del río que fluía, sino que también viajó por los pilares de soporte del puente, tiñendo toda la estructura. Cubrió el lugar en el que estaba sentado y, finalmente, el cielo distante.

El mundo entero se tiñó de verde, como cuando era más joven.

Seol miraba el festín de verde bailando a su alrededor con los ojos mojados de lágrimas. Su cara era claramente de total incredulidad.

"Esto es..."

Después de estar ahí de pie como si le hubiera alcanzado un rayo, Seol conscientemente dispersó su concentración. Inmediatamente, el mundo volvió a sus colores normales.

Cuando se concentró de nuevo, el mundo verde volvió una vez más.

Su habilidad...

"...¿regresó?"

Al igual que cuando desapareció de repente un día...

"¿Realmente regresó?"

Regresó de repente.

"¿Pero por qué?"

Había fallado en restaurar su habilidad sin importar lo mucho que lo intentara. La sensación de pérdida que sintió ese día difícilmente puede ser descrita con palabras.

¿Pero qué había causado que se activara de nuevo?

De repente, recordó el sueño de la mañana otra vez. Ahora que lo pensaba, el hombre de este sueño parecía usar la misma habilidad.

Seol recordó frenéticamente el sueño desde el principio.

“….”

Pero pronto, determinó que no estaba relacionado. No tenía sentido por mucho que lo pensara.

Tal vez, su deseo subconsciente de recuperar su habilidad se había manifestado como un extraño sueño. Eso era más realista y más fácil de tragar que creer que el sueño tenía algo que ver con la recuperación de su habilidad.

"Espere".

Pero mirando hacia atrás, el sueño era extrañamente realista. ¿No comenzó el sueño también con el hombre que bebía cerveza en el río Tancheon y se lamentaba por su vida?

Igual que como estaba ahora.

Era entonces.

Justo cuando Seol cayó en una nueva confusión, sonó el clic-clac de los tacones que golpeaban el pavimento de piedra. Los extraños pasos rítmicos llamaron la atención de Seol, y rápidamente giró la cabeza a un lado.

Y allí, Seol pudo verlo definitivamente.

En el mundo teñido de verde, la luz verdiscente se desvanecía gradualmente en un punto.

Estaba en la dirección de este sonido.